20 consejos para cuidar su salud en diversas décadas de la vida

POR PEDROBRUNE83 - SALUD Y BELLEZA - 13 MAY 2015, 10:11 A.M.

El cuidado de nuestra salud debe formar parte de nuestra rutina diaria. Con sólo poner en práctica una serie de hábitos saludables y consejos, durante diversas décadas de la vida, podemos prevenir o reducir las probabilidades de padecer diversos tipos de enfermedades que hoy afectan al mundo, tales como: cáncer, diabetes, obesidad, insuficiencia renal y enfermedades cardiovasculares, entre otras.

En las décadas de los 20 y 30 años:

Lleve una dieta saludable y balanceada: consuma frutas y vegetales, que contienen vitaminas, minerales y antioxidantes; y alimentos ricos en fibra (facilita el tránsito digestivo y reduce el riesgo de cáncer de colon). Elimine el fumado, limite la ingesta de bebidas altas en azúcares y alcohólicas, así como de alimentos con elevado contenido de grasa y sal.

Cuide la presión arterial: debe monitorearse a intervalos regulares. El valor adecuado es de 120/80 con variaciones que son normales, a menos que se mantenga persistentemente elevada; en este caso, la persona debe estudiarse por pre-hipertensión o hipertensión. La hipertensión puede causar problemas en los riñones u ojos, ataques al corazón, derrames cerebrales e insuficiencia cardíaca, entre otros.

Mantenga el colesterol en un nivel normal: el colesterol total ideal de una persona debe estar entre 180 a 200 mg/dl. El colesterol alto incrementa el riesgo de padecer enfermedades cardíacas, problemas de la circulación y accidentes cerebrovasculares (infartos o derrames cerebrales).

Visite anualmente a su médico: ciertos padecimientos no presentan síntomas en fases tempranas, por lo que un chequeo anual permite diagnosticar a tiempo una enfermedad.

Prevenga la diabetes tipo 2: si es mayor de 25 años, tiene sobrepeso u obesidad y posee un historial familiar de diabetes o padece de presión alta, el médico le solicitará una prueba de glicemia en ayunas para conocer el nivel de glucosa en sangre (los normales son de 70 a 100 mg/dl en ayunas y menores a 140 mg/dl, después de dos horas de comer); dependiendo del caso, se referirán exámenes complementarios como la hemoglobina HbA1c. La diabetes se puede prevenir o demorar practicando ejercicio a diario y alimentándose sanamente.

Acuda a su ginecólogo para realizarse el papanicolau: la prueba de papanicolau debe efectuarse en toda mujer a partir del inicio de la menstruación, ya que permite detectar el cáncer de cuello uterino. Su periodicidad dependerá de la edad de la persona y otros factores.

Examine su cuerpo, al menos, una vez al mes: si nota alguna anormalidad, repórtela a su médico.

  • Piel: debe conocer los lunares, las imperfecciones, pecas y otras marcas que tiene su piel, para detectar cualquier cambio durante el próximo autoexamen. 
  • Testículos: examínelos durante o después del baño, para reconocer cualquier anomalía y evitar un cáncer; especialmente, quienes tienen antecedentes familiares.
  • Mamas: realícese el autoexamen entre el tercer y quinto día posterior al inicio del periodo menstrual.

Cuide sus dientes: se recomienda visitar al dentista, al menos, una vez al año. Esto permite prevenir el mal aliento, las caries, la gingivitis y periodontitis (destrucción del ligamento y hueso que soportan al diente).

Vacúnese: todos los adultos deben vacunarse para mantenerse sanos. Destacan la vacuna contra la gripe o influenza estacional (una vez al año), la del virus del papiloma humano en mujeres de hasta 26 años y la “DPT” para tétanos, difteria y tosferina; quienes no la recibieron en la adolescencia, deben aplicársela.

Protéjase de las enfermedades de transmisión sexual (ETS): se recomienda el uso correcto de preservativos y prácticas sexuales seguras.

Realice actividad física: mínimo dos horas y media, distribuidas durante la semana. Es recomendable practicar actividades que incrementen tanto la frecuencia cardíaca como respiratoria y que fortalezcan los músculos.

Duerma bien: un adulto joven debe dormir, al menos, ocho horas continuas durante la noche.

El sueño es un proceso reparador de tejidos y tiene un rol importante en el aprendizaje y en la fijación de habilidades y conocimientos nuevos en la memoria de largo plazo. Evite mirar la televisión o usar la computadora hasta altas horas de la noche.

En las décadas de los 40 y 50 años (estos consejos se suman a los de las décadas anteriores):

Realícese la mamografía: la Sociedad Americana contra el Cáncer recomienda una mamografía anual, en mujeres mayores de 40 años. La mamografía permite detectar a tiempo un cáncer de seno.

Consulte a su médico por el examen de próstata: si el hombre tiene entre 40 y 45 años de edad y además posee antecedentes familiares de cáncer de próstata, mutaciones hereditarias o es de raza negra, el médico puede referirle una prueba del antígeno prostático específico; de lo contrario, la referencia del examen será a partir de los 50 años. El nivel normal del antígeno es de 4 nanogramos por mililitro de sangre; si es superior, debe ser valorado por un urólogo.

Prevenga o trate a tiempo la osteoporosis: esta enfermedad afecta a personas con edades superiores a los 50 años; principalmente a mujeres postmenopáusicas, por la pérdida acelerada de densidad ósea (consecuencia de una disminución de los niveles de estrógenos); sin embargo, los hombres e incluso personas más jóvenes también la pueden padecer. Dado que la osteoporosis no presenta síntomas, los individuos deben acudir al médico para valorar si tienen algún factor de riesgo y tomar las medidas pertinentes.

Recuerde realizarse una colonoscopía: luego de los 50 años, tanto los hombres como las mujeres se deben someter a una colonoscopía. Esta examina todo el colon y recto, descubre pólipos (en algunos casos son lesiones previas al desarrollo de un cáncer y pueden extraerse a tiempo y sin dolor), y permite realizar biopsias, si hay sospecha de cáncer. Su periodicidad dependerá de los indicadores de riesgo que presente la persona.

Disminuya el sedentarismo: la llegada de los 50 años se asocia con un aumento en el sedentarismo, debido a múltiples factores como la aparición de enfermedades crónicas o alteraciones anímicas (frustración, estrés laboral acumulado o autopercepción de “estar mayor”), y este fenómeno puede provocar varios problemas de salud: obesidad, rigidez articular, cansancio crónico y depresión mayor. Por ello, es necesario fomentar la flexibilidad y agilidad de la persona mediante la práctica de deporte, incluido yoga o natación, y de ejercicios mentales.

De los 60 años en adelante (estos consejos se suman a los de las cuatro décadas anteriores):

Consulte a su médico sobre la necesidad de las siguientes vacunas: 

  • Contra el herpes zóster, a partir de los 60 años: es una consecuencia de una infección previa por el virus de la varicela. Después de que la persona se recupera de esta enfermedad, el virus queda inactivo en el cuerpo y por razones desconocidas, se puede reactivar años después, causando el herpes y un dolor localizado, durante al menos tres meses después de la fase inflamatoria del zóster (neuropatía post-herpética).
  • Contra el neumococo, después de los 65 años: para disminuir el riesgo de una neumonía.

Protéjase de las caídas: la frecuencia de caídas se incrementa en los adultos mayores y por ello, se recomiendan una serie de medidas para evitar fracturas o fuertes golpes: 

  • Iluminar adecuadamente las escaleras o pendientes.
  • Usar alfombras antideslizantes en el hogar.
  • Colocar barras en los baños de la casa.
  • Retirar o asegurar cables sueltos.

Chequee su audición, especialmente a partir de los 65 años. 

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